Se ha dicho de las mujeres que son el sexo débil. Se les ha humillado, suprimido, maltratado y olvidado tantas veces por un orgullo estúpido, por un miedo idiota del hombre a la inferioridad. Pero miren a su alrededor. Observen detalladamente cuanto poder ejercen sobre nosotros y todo lo que han logrado con el paso de los años. Recuerden que son ellas las que nos han sacado tantas veces adelante bajo el nombre de madre, hermana o amiga; que saben llorar solo para secarse las lágrimas de los ojos y levantarse una y otra vez. Jamás olviden que son nuestra inspiración y fuerza en los momentos más difíciles y que sin ellas no somos nada. Son parte de nosotros y dominan nuestros corazones, nuestras ideas y nuestro ser.
Y con todo esto no quiero decir que sean superiores, pues no lo son. Así como nosotros estamos muy lejos de ser mejores a ellas. Solo digo que sin ellas no somos nada y ellas nada sin nosotros. Somos complementos unos de los otros y como tales debemos respetarnos y amarnos. Y tal vez, algún día, entendernos.
Gracias a todas ustedes por permitirnos existir, por eliminar la mediocridad de nuestras vidas.
Y con todo esto no quiero decir que sean superiores, pues no lo son. Así como nosotros estamos muy lejos de ser mejores a ellas. Solo digo que sin ellas no somos nada y ellas nada sin nosotros. Somos complementos unos de los otros y como tales debemos respetarnos y amarnos. Y tal vez, algún día, entendernos.
Gracias a todas ustedes por permitirnos existir, por eliminar la mediocridad de nuestras vidas.
1 comentario:
frankie.. este me gusto mucho!!
besitos
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