Debo aceptarlo. He sido terco, he sido atosigante, he sido un monstruo incomprensible e irracional. Me siento mal. No ser yo mismo siempre se siente mal. No quiero volver a esa criatura perversa contra la que siempre luche. No quiero regresar al pasado. A la tortura constante de saberme malo. Al llanto interminable de la impotencia. Prefiero enfrentar mi soledad. Hice mucho daño, a otros y a mi persona. No podría vivirlo otra vez. El solo recuerdo me causa nauseas, pena, lágrimas en los ojos y dolor de cabeza. Me enferma y por ello, no retorno jamas.
martes, 15 de mayo de 2007
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